lunes, noviembre 06, 2006

"Una realidad enrarecida"

(Publicado en la edición del 9 de octubre de 2006 del periódico Eco-días de Bahía Blanca)

Los estantes vacíos
Ignacio Molina

Entropía, 2006

Por Silvana Angelicchio

Definir el género, hacer un resumen del argumento o perfilar la te­mática de Los estantes vacíos puede resultar un ejercicio tan elusivo como su propia lectura. Sin embargo, esto no es una objeción sino un halago, ya que la sensación de no hacer pie que proviene de los quince relatos que lo conforman resulta estimulante y atrapa al lector en su realidad en­rarecida.

La geografía se reconoce como porteña, el tiempo como presente y cer­cano, pero siempre hay alguien que pide la hora o pregunta a los gritos por una calle. Los detalles son minuciosos, pero no tienen incidencia en las acciones que se describen. Los personajes son recurrentes, protagonizan un relato y son comparsas en otros, mostrando el mismo hecho desde diferentes ángulos, pero no se los reconoce fácilmente.

Sólo pinceladas cortas que van pintando un estado de ánimo generacio­nal. Una indolencia que los protagonistas no reconocen sino vagamente ("Una madrugada de domingo, mientras caminaba desvelado por el ba­rrio, tuvo una sensación extraña. Durante unos segundos no supo de dónde venía ni dónde iba, se preguntó qué hacía parado en ese lugar y, para no perder el equilibrio, tuvo que apoyarse en un poste"), y man­tienen durmiendo, con rutinas o diversiones inmediatas.

El título proviene de uno de los relatos –definitivamente no son cuentos tradicionales en cuanto exponen poco, son todo desarrollo y carecen de desenlace– en el que un hombre registra que ha finalizado su matrimonio recién al ver vacíos los estantes de su biblioteca. Faltan los libros, entre los que ha escondido un mensaje que su ex podría no encontrar jamás. Un azar al que parece haber apelado el propio autor con este atrapante trabajo.

Esta es la primera obra editada del joven Molina, nativo de de Bahía Blanca y afincado en Buenos Aires, quien se desempeña como periodista y corrector y ya era conocido como blogger.

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